Si desde las edades más tempranas del ser humano los padres inculcan unos buenos hábitos alimentarios a los niños, les favorecerán con una vida más saludable en la edad adulta y contribuirán a prevenir estados carenciales de proteínas, minerales y vitaminas, que conllevarían problemas de salud.
La alimentación en la infancia está basada en una dieta variada y equilibrada, con todos los grupos de alimentos en las cantidades recomendadas para cada uno de ellos. “En ese sentido, la carne es uno de los alimentos con gran valor nutricional que contribuye alcanzar las necesidades, energía y nutrientes propios de esta etapa”, asegura Marina Mengual, experta de seguridad alimentaria y nutrición.
La carne de vacuno aporta nutrientes fundamentales para favorecer el correcto desarrollo de su organismo así como su máximo aprovechamiento escolar, tanto intelectual como físico.
“Las proteínas que contiene son de alto valor biológico sin olvidarnos del aporte de vitaminas y minerales que tiene que ser importante, como son algunas vitaminas del grupo B, como una vitamina crucial, que es la vitamina B12, que la encontramos en cantidades muy elevadas en la carne, y por supuesto el hierro, fundamental para el desarrollo sanguíneo, y el zinc, que también acompaña al desarrollo de la sangre”, según el presidente de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación, Antonio Luis Villarino.
Cinco comidas al día componen la dieta de un niño. El aporte de los nutrientes procedentes de la carne se distribuye a lo largo de esta rutina alimentaria cotidiana, siempre con moderación y siguiendo las cantidades recomendadas por nutricionistas.
Villarino recomienda que “en las primeras etapas de la infancia, entre los 3 y 5 años, las cantidades de carne tienen que ser pequeñas, en forma de filetes pequeños de 60 y 80 gramos de 3 a 4 veces por semana, pero según se va aumentado la edad, entre 12 y 13 años, se puede considerar que las cantidades pueden ir en 100 ó 125 gramos por ración”.
Un niño bien alimentado tiene mayor energía para el aprendizaje y para desarrollar una actividad física adecuada. El retraso en introducir carne a la alimentación durante la infancia se asocia con carencia de nutrientes fundamentales que pueden afectar al rendimiento del niño en el colegio.
La doctora Carmen Gómez Candela, jefa de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital Universitario La Paz de Madrid señala que “la carne es un alimento fundamental en proteínas completas que contienen todos los aminoácidos que se necesitan, pero además tiene unos nutrientes como es hierro, que se absorbe muy bien. Tiene un oligoelemento que se llama zinc, que en el caso de los niños, es fundamental para la maduración. La vitamina B12 es clave para las funciones cognitivas, para el aprendizaje, para el desarrollo y también para síntesis de los glóbulos rojos”.
Todo sobre el papel saludable y nutricional de la carne, en la serie radiofónica de RNE 5 ‘El mundo de la carne’, cuyos reportajes se emiten cada semana y se adscriben a la radiofórmula de Radio 5, basada en la redifusión de contenidos, reforzada, a su vez, por su divulgación a través de las redes sociales.