La industria cárnica lleva varias décadas confiando en la ciencia para avanzar en la mejora de la calidad y la seguridad de sus productos. La investigación y la innovación son, desde hace años, elementos clave a la hora de optimizar las cualidades organolépticas y nutricionales de la carne y los derivados cárnicos, para dar respuesta de este modo, por un lado, a las demandas de un consumidor cada vez más exigente, y por otro, a los requisitos sanitarios de las instituciones alimentarias.
Así, tal y como señalan desde la plataforma Carne y Salud, se han logrado avances significativos en cuanto la mejora de la calidad nutricional, como la puesta en marcha de nuevas tecnologías capaces de modificar el perfil nutricional de alimentos como los derivados cárnicos reduciendo su contenido en grasa o sal o sustituyendo ciertos aditivos por otros productos naturales como cebolla o pimienta negra.
En cuanto a la mejora de la calidad organoléptica de la carne, se han desarrollado técnicas como la microencapsulación, consistente en recubrir determinados compuestos de interés alimentario con materiales específicos para que se liberen de manera controlada o gradual con el objetivo de evitar el deterioro de las características sensoriales o protegerlo frente a agentes externos alterantes.
Otro de los avances significativos, fruto de la inversión en investigación e innovación por parte de la industria cárnica, es el desarrollo de nuevas técnicas de conservación y envasado, aspecto esencial para ampliar el tiempo de vida útil de los alimentos.
Asimismo, señalan también desde Carne y Salud la importancia de la implantación de tecnologías de visión artificial, que aseguran un mayor nivel de seguridad en la producción de derivados cárnicos y, con respecto a la trazabilidad, de nuevos sistemas de gestión y control específicos, como los chips de radiofrecuencia.
Avances, todos los mencionados, destinados a proporcionar al consumidor una mejor experiencia a la hora de consumir carne y derivados con la certeza de estar haciéndolo bajo las mejores condiciones de seguridad alimentaria.
Antonio Aragón Renuncio, con ‘Familia’; Ana Muñoz Amaro, con ‘Sangre, brasa y mesa: el lenguaje del humo’, y Vanesa de Ruz Iglesias, con ‘Decisiones’ han sido seleccionados como vencedores de la sexta edición del certamen fotográfico ‘Objetivo Vacuno’, impulsado por PROVACUNO, la Organización Interprofesional de la Carne de Vacuno de España, en las categorías ‘Ganadería, industria y medio rural’, ‘Consumo de carne de vacuno y ocio’ y ‘Memes’, respectivamente.
‘Objetivo Vacuno’ pretende dar visibilidad tanto al trabajo diario de los ganaderos, industriales y comercializadores del sector, como al medio rural y a la propia carne de vacuno, protagonista de nuestra gastronomía y presente en las mesas de millones de personas en todo el mundo.
Más de 80 personas, en su mayor parte estudiantes universitarios de carreras como Veterinaria, Ingeniería Agronómica, Nutrición o Ciencia y Tecnología de los Alimentos, participaron ayer la jornada de presentación del Campus Provacuno, una iniciativa impulsada por la Organización Interprofesional de la Carne de Vacuno (Provacuno) con el apoyo de la Fundación Vet+i, dirigida a estudiantes universitarios interesados en el sector vacuno de carne.
La bienvenida corrió a cargo de María Jaureguízar, directora Gerente de Vet+i, quien también moderó el resto de la jornada. A continuación, Javier López, director de PROVACUNO inauguró la jornada poniendo en valor el papel de los jóvenes en el futuro del vacuno de carne, así como la labor que se desarrolla desde Provacuno para impulsar el relevo generacional y la innovación, como esta iniciativa del Campus, nexo de unión entre universitarios y entidades del sector.