Asegurar la continuidad de la cadena de frío es uno de los elementos clave para garantizar la seguridad alimentaria de los alimentos. En el caso de un producto fresco como la carne de vacuno, este requerimiento es todavía mayor. Por esta razón, todos los eslabones del sector deben prestar especial atención, desde los productores hasta el consumidor, pasando por la distribución.
El objetivo de asegurar la cadena de frío es conservar el alimento mediante el frenado de la degradación metabólica de las proteínas de los alimentos y otras reacciones enzimáticas.
Con la reducción de la temperatura se frena el desarrollo de microorganismos que pueden resultar dañinos para la carne. Como recuerda la plataforma Carne y Salud, desde la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA) señalan a la bacteria Pseudomonas como el principal patógeno, además de las bacterias acido-lácticas, responsables del deterioro en condiciones de anaerobiosis.
Por ello, la carne en crudo y los productos intermedios o finales deben conservarse a determinada temperatura durante un tiempo concreto, que es necesario mantener en todo momento. Así, según Carne y Salud, los animales recién sacrificados deben mantenerse entre 3 y 7 ºC rápidamente después de la inspección post-mortem. El tiempo entre el sacrificio y la producción de derivados cárnicos o carne picada no debe sobrepasar los seis días.
Una vez preparada, la carne picada y productos a base de carne deben conservarse por debajo de 2 y 4ºC respectivamente, o congeladas por debajo de -18 ºC.
El estricto control de la temperatura de la carne de vacuno tampoco debe cesar durante el transporte.
Otros parámetros que influyen en el mantenimiento de las aptitudes de la carne además de la temperatura son el pH, la actividad del agua o la atmósfera presente durante el almacenamiento, pequeños cambios que pueden llegar a modificar organoléptica e incluso nutricionalmente el alimento.
Por todo lo anterior, es necesario un estricto control de todo el proceso de conservación que garantice que la pieza de carne llegue a la cocina del consumidor en las mejores condiciones de sabor y calidad.
La Organización Interprofesional de la Carne de Vacuno, PROVACUNO, junto con la Comunidad de Madrid, ponen en marcha este mes de noviembre, una campaña divulgativa sobre la carne de vacuno. Estas jornadas informativas, dirigidas a alumnos de entre 8 y 11 años, se van a impartir en diferentes colegios de la región y contarán como prescriptores con reconocidos chefs de esta comunidad autónoma como Javier Estévez, Javier Aranda, Miguel Carretero y Fernando del Cerro. La primera jornada, celebrada hoy en el colegio Madre de Dios, de Madrid, ha contado con la colaboración del chef Estrella Michelin Javier Aranda.
Durante las jornadas, los cocineros exponen las características de nuestra carne de vacuno, la versatilidad de este producto en la cocina tradicional y de vanguardia, finalizando el acto con la degustación de un pepito de ternera de la IGP de la Sierra de Guadarrama, acompañado de alguno de los productos de calidad de la Comunidad de Madrid como aceite de oliva de la DOP Aceite de Madrid, pan u hortalizas de Aranjuez o Villa del Prado, entre otros.
PROVACUNO, la Organización Interprofesional de la Carne de Vacuno, se suma un año más al impulso del deporte base y los valores del compañerismo apoyando el Torneo de Tots Sants de Rugby, organizado por el BUC (Barcelona Universitari Club), el club de rugby más antiguo de Barcelona y referente en todas las modalidades de este deporte, desde las categorías de formación hasta el rugby inclusivo y en silla de ruedas.
El torneo, que este año celebra su cuarta edición, reunirá durante los días 1 y 2 de noviembre a equipos procedentes de Cataluña, País Vasco, Comunidad Valenciana, Baleares y Francia, con la participación destacada de los jóvenes talentos de la escuela del Castres Olympique, uno de los clubes históricos del rugby francés.